El ácido acético, y más apropiadamente en la forma de su producto más conocido, el vinagre, posee importantes propiedades curativas. Desde ahí, se ha podido desarrollar una amplia cantidad de aplicaciones en el ámbito de la medicina y la salud. Pero primero que nada, definamos y describamos de que hablamos cuando mencionamos al ácido acético y al vinagre. Definamos qué es el ácido acético y cómo se produce. Y después, entraremos de lleno en las propiedades curativas del ácido acético.
Características del ácido acético
Este ácido es lo que se denomina un compuesto químico que, además, está señalado o calificado, como un ácido débil. Esto no significa otra cosa que como ácido posee una capacidad limitada de diluirse en agua. En otras palabras, el ácido acético, en disolución acuosa, no consigue a desleírse plenamente. Asimismo, está clasificado como un compuesto orgánico ya que contiene, cuando menos, un átomo de carbono en su composición química.
La condición de ser un compuesto orgánico, abre la posibilidad de que sea de mucho beneficio para los seres humanos. Indicios de su significación los podemos hallar en los volúmenes en que se produce y usa en multiplicidad de industrias. No sobra repetir que, siendo el ingrediente fundamental del vinagre, su utilidad se extiende infinitamente más allá de tal eventualidad.
¿Cómo se produce el ácido acético?
Desde su descubrimiento y a lo largo del tiempo, la manera de producir esta sustancia, ha variado y mejorado considerablemente. Este ácido se ha fabricado, esencialmente, por medio de la fermentación bacterial de una sustancia alcohólica combinada con el aire. En el presente, el ácido acético se produce con la ayuda de los recursos que la tecnología moderna ofrece. Se procesa en reactores que facilitan el control de las variables que intervienen en el proceso.
Propiedades curativas del ácido acético
Se conoce muchas anécdotas acerca de las propiedades curativas del ácido acético. Muchas de ellas no pasan de ser consejas populares de difícil comprobación. A pesar de todo, la fama de los atributos sanadores del ácido acético, se han mantenido en el tiempo. La ciencia moderna conoce y hace uso frecuente de las propiedades medicinales probadas que posee este compuesto.
Podemos traer a colación algunos relatos tradicionales respecto del ácido acético y la salud. Por ejemplo, se afirma que los guerreros Samurai empleaban una infusión de vinagre para acrecentar su fuerza y su resistencia. Que en el antiguo Egipto era utilizado el vinagre de manzana para la reducción del peso. Que durante la guerra civil estadounidense se utilizaba para prevenir dolencias digestivas y contra la pulmonía y el escorbuto.
Consideraciones acerca de las propiedades curativas del ácido acético
Existe un punto de información que estrictamente necesario señalar respecto de las capacidades medicinales del ácido acético. Casi todos los comentarios que se transmite, están referidos a su utilización en su presentación más conocida: el vinagre común.
El vinagre y la diabetes, las enfermedades infecciosas y el cáncer
Se piensa y asevera que el vinagre blanco ayuda a frenar la diabetes tipo 2. Según una universidad sueca (Lund), favorece la regulación de los niveles de azúcar en la sangre. Según sus investigaciones, el vinagre hace posible que el tránsito de los alimentos al intestino delgado sea más pausado. Con esto, se hace más lenta (hasta un 35%) la infiltración del azúcar en el torrente sanguíneo.
Una investigación desarrollada en 2014 por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, produjo algunos resultados útiles al respecto. Precisó en el ácido acético el poder para neutralizar bacterias peligrosas, incluyendo los gérmenes de la tuberculosis y la lepra. En este centro caracterizaron al vinagre como un desinfectante muy eficiente y nada costoso.
Una universidad de Arizona, descubrió el potencial preventivo del vinagre de manzana frente al cáncer de intestino. Sus polifenoles, sustancias vegetales con propiedades antioxidantes, son reconocidos por su capacidad para prevenir el cáncer. De acuerdo con sus investigaciones, los polifenoles ayudan a inhibir el crecimiento de tumores de ese tipo. Igualmente sostienen que ayuda a prevenir la arterioesclerosis mediante la capacidad de reducir el colesterol en la sangre.